Tunguska

Necesito tener la mente ocupada. Resulta que he salido de compras con la idea de agenciarme una cámara de fotos de esas reflex como dice Jorge que entiende de estas cosas y me he vuelto loco buscando un modelo no por asequible sino por prestaciones. Pero veo allí a un tipo que parece salido de las películas de Ozores y compañía con unos pantalones cortos manoseando una cámara inteligentísima al parecer muy completa y carísima y a mí se me quitan las ganas de mirar, porque lo que no quiero es mirar de arriba abajo ni las instrucciones, solo hacer clip y ya. Pero si no miro parece como que me llevo lo primero que veo y es verdad que es lo que se me antoja en ese momento, llevarme cualquier cámara y se acabó. Solo había un problema, las cajas se encontraban con una especie de alarma muy bien adosada y tenía que buscar un dependiente para que me la liberara. Todos ocupados. Así que dejo el escenario de la fotografía y me adentro en los videojuegos para hacer tiempo. Y como no soporto esperar cojo un juego de esos. Su nombre me llama la atención: Tunguska. Yo había leído algo de Tunguska en alguna parte, así que me lo llevé debajo del brazo. La fotografía puede esperar, pero yo no. Y es que no escarmiento, siempre me pasa lo mismo; voy con la idea de comprar una cosa y me llevo otra. Así que salir de compras no deja de ser una aventura. Al menos el juego no está mal, tiene unos gráficos impresionantes