Y llegamos a su destino, y me cagué en la puta madre de todos los destinos del mundo.
Descripción superfacial de la mujer más bella del taximundo
Con el tiempo me he convertido en un mirón obsesivo. Cada día, en cada usuario, en cada caminante de acera, busco esa ansiada perfección visual de formas y contornos con la intención de saciarme de belleza cual yonky a la cola de su narcosala de cabecera. Y soy capaz de circular mi taxi por calles imposibles, por caminos de arena y lodo, por abismos inacabados con tal de conseguir esa maldita e incómoda dosis diaria. (...) nilibreniocupado
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