Las chicas son guerreras
Ya han pasado más de tres decadas desde que Coz cantaba aquello de Las chicas son guerreras, y me da que pensar que tiene algo de perversión el contemplar a una mujer vestida con uniforme. Ese contraste entre la belleza y la atrocidad que representa cualquier uniforme es algo que me desazona. Observo estas imágenes con minuciosidad y algo me conmueve y descoloca. Sentimientos enfrentados podría decirse. Al margen de las cuestiones políticas, pues lo mismo percibiría si fueran de cualquier otro país o religión. Son guapas, atractivas y eso es algo que me desconcierta aún más. Que sabrá su juventud de siglos de guerras, que aleccionamientos habrán asumido.
Algunas instantáneas tiene una fuerza descomunal y otras parecen sacadas de la pasarela Cibeles. Postales de revista de moda, fotografías de la excursión del colegio, aquel verano en que acabaron las clases.
No tendrán más de veinte años y ya son guerreras por imperativo legal. Todo es como un juego, esa recreación, esa travesura. Y en medio de todo, esa sensación de que la humanidad, casi filial, instintiva, y muy justificada, confía más en las mujeres, descansa más en ellas. Por si fuera poco, parece que los sentimientos que caracterizan al ser humano logran, en el alma femenina, una floración y una cosecha especialmente luminosas y visibles.
Pero esa es la atrocidad que estamos construyendo. Si a tanta hostilidad durante tantos siglos ha sobrevivido, vuestra capacidad de amor; si a tanto abandono y a tanta contradicción ha sobrevivido vuestra inteligencia, es porque sois más necesarias que el hombre para la vida. La vida no ha dejado de bailar dentro de vosotras, y eso no lo puede ocultar ningún uniforme.
2 comentarios:
Ah... que hablabas de las mujeres con uniforme...
Por un momento me descentré.
hablo de la mujer en general y de las mujeres militares en particular. Pero es algo evidente
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